Graham Hunt es un partidario acérrimo de la permanencia, pero el Brexit ha resultado bien para sus negocios en España.
El agente inmobiliario británico ha visto crecer su negocio en Valencia desde que Gran Bretaña votó a favor de abandonar Europa en 2016, cuando los emigrantes del Reino Unido buscaron una nueva vida en España y compraron propiedades en uno de los destinos más de moda del país.
También se ha beneficiado de una afluencia similar de estadounidenses que decidieron abandonar su país debido a Donald Trump, la violencia armada y la polarización política.
“Cuando hablamos con los británicos, dicen que vienen a España porque es un espectáculo de mierda en el Reino Unido, mientras que los estadounidenses dicen que es un ‘incendio de contenedor de basura’ en Estados Unidos, lo que significa que es un desastre”, dijo Hunt.
Nuevas cifras confirman que casi la mitad de los británicos que establecieron su hogar permanente en Europa después del Brexit se han mudado a España, según Eurostat, la agencia de estadísticas de la Unión Europea.
Desde la votación del Brexit, 850.000 expatriados británicos han recibido permisos de residencia en países europeos, de los cuales 412.000, o el 48 por ciento, viven en España.
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Hunt, de Widnes, cerca de Liverpool, dijo que el Brexit había cambiado el mercado inmobiliario español.
Los jubilados británicos que quieran jubilarse deben solicitar una visa no lucrativa que exige que la pareja demuestre que tiene 70.000 libras esterlinas en una cuenta conjunta.
“El Brexit ha sido bueno y malo. Había gente que ahorraba su dinero y compraba una casa en España por 150.000 euros (129.000 libras esterlinas). Pero ese mercado ya no existe”, afirmó Hunt.
“Muchos no pueden permitirse el lujo de quedarse aquí porque no tienen en sus cuentas bancarias esa cantidad de dinero para un visado no lucrativo”.
Sin embargo, el mercado de visas doradas iba en aumento, y los británicos compraban viviendas más caras para evitar los trámites de visas posteriores al Brexit.
“Por otro lado, tenemos otras personas que gastan 500.000 euros y obtienen una visa dorada. Actualmente esto es indefinido”, dijo Hunt.
“Portugal está tratando de deshacerse de él porque dicen que aumenta los precios de las propiedades. Esto es una tontería populista. Las personas con visa dorada representan un porcentaje muy pequeño del mercado”.
Hunt dijo que en 2022 su empresa Valencia Property vendió un 60 por ciento más que en su mejor año, 2005.
Valencia, con un millón de habitantes, tiene propiedades más baratas que Madrid o Barcelona, pero tiene un aire internacional, por lo que está atrayendo a más compradores extranjeros.
“Hemos empezado a atraer a muchos más compradores estadounidenses. Fue por las divisiones provocadas por Trump. Pensamos que después de que Joe Biden llegara al poder en 2020, esto cambiaría, pero las divisiones seguían ahí.
“Los estadounidenses temen estar en el lugar equivocado en el momento equivocado y recibir un disparo. Un cliente dijo que la gota que colmó el vaso fue que cuando recibieron los requisitos de uniforme de la escuela, dijeron que podían comprar su chaleco antibalas aquí”.
Otro cliente estadounidense dijo que hubo un tiroteo en un cine en el que murieron cuatro personas.
“Habían estado en el cine la noche anterior. ‘Me voy de aquí’, dijeron”, relató el señor Hunt.
De los británicos que buscaron residencia en España, el 99,6 por ciento pidió quedarse más de un año, según muestran las cifras de Eurostat.
Los británicos representan alrededor del 11 por ciento de la población de extranjeros no pertenecientes a la Unión Europea que viven en España. A finales de 2022, había 3,6 millones de extranjeros no comunitarios residentes en España.
Málaga fue la provincia española que experimentó un mayor aumento de su población británica en 2022, con 5.804 más que el año anterior. Le siguieron Alicante, Baleares, Murcia, Tenerife y Madrid y Barcelona.
Los marroquíes son la mayor comunidad de ciudadanos extracomunitarios que viven en España, con 844.111 a finales del año pasado.
